domingo, 18 de diciembre de 2011

Mi cocinero estrella (después de Susana): Jamie Oliver

A Jamie Oliver me lo presentó Ana, mi compañera de piso y, desde el primer momento, supe que  estábamos destinados a llevarnos bien. Enamora su calidez, sencillez, simpatía y esa forma tan amena de mostrarnos y acercarnos al maravilloso mundo de la cocina.

Este joven chef inglés comenzó a muy temprana edad colaborando en el restaurante de sus padres, donde descubrió su pasión por la cocina y comenzó con ella una relación que se ha ido afianzando con el tiempo.

Estudió en Westminster y ha recorrido muchísimos países poniéndose en contacto con sus tradiciones culinarias, sus sabores, sus olores, su gente y  sus paisajes.

Es un amante de la cocina mediterranea (creo que su mejor amigo es el aceite de oliva) y un fan del chile (protagonista de muchas de sus recetas).

En la actualidad vive con su mujer y sus tres hijas entre Londres Y Essex. A todas las he conocido anoche mirando su show Navidades en familia con Jamie. Son encantadoras las niñas y la pequeña lleva su mismo peinado, ¡ja,ja,ja!

Jamie no es solo es un personaje muy popular, que ama su profesión y lo transmite en sus programas televisivos y libros, sino que también está  seriamente comprometido con distintas causas sociales y medioambientales.

Entre las muchas “recetas” que prepara en su cocina me gustaría destacar las siguientes:
  • Es propietario y fundador  desde el 2002 de  una cadena de restaurantes llamada  “Fifteen” donde los cocineros son jóvenes en condiciones de desigualdad social  a los cuales el les brinda la posibilidad de formarse y tener un trabajo. Esta cadena ya se ha trasladado  a otros países y ha tenido una gran aceptación entre el público, ya que no solo disfrutas de platos de alta gama, sino que también contribuyes a mejorar la calidad de vida de muchos jóvenes.
  • Por otro lado, ha llevado adelante en el Reino Unido y en algunas ciudades de Estados Unidos su programa Food Revolution. El principal objetivo del mismo es mejorar  la calidad de la alimentación en los colegios de estos países. Ha trabajado duro pero finalmente ha tenido una aceptación increíble. He visto un documental  acerca de su trabajo con este programa en  Norteamérica y es realmente conmovedor ver su compromiso, su tenacidad y el afecto con el que encara estos desafíos.
  • Es también un gran defensor del medioambiente y de la necesidad de ampliar la variedad de los alimentos que consumimos a fin de evitar la desaparición de especies. Lo he visto subirse a un barco e invitarnos a conocer y preparar distintos tipos de peces y mariscos que son poco conocidos pero muy sabrosos. Introducirlos en nuestra dieta será una manera de cuidar nuestro planeta y así lo cree Jamie quien desde la cubierta de un gran barco pesquero nos invita a concienciarnos y a entender el rol fundamental que jugamos como consumidores.
Su programa televisivo “30 minutos con Jamie” es para mí casi una adicción. En solo 30 minutos Jamie nos enseña a preparar entre 3 o 4 exquisitos platos. Lo hace de manera divertida, sencilla y hasta el más asustadizo se atrevería a probar alguna de sus recetas. Yo he llegado a mirar hasta 4 seguidos y no solo aprendo, sino que me rió muchísimo. Altamente recomendable para aquellos días de bajón o esas interminables tardes de domingo.

La mayoría de sus shows son  grabados en su propia casa de campo. Allí cultiva un huerto increíble, principal proveedor de los ingredientes que utiliza en sus recetas. Me encanta verlo tan “campechano” recolectar los frutos frescos de la tierra y llevarlo de allí directo a la cocina. Cuenta en esta tarea con la inestimable labor de su amigo Brian.

Les recomiendo visitar su página web:   http://www.jamieoliver.com   o ver alguno de sus shows  televisivos ( en España los emite el Canal Cocina).

Ha publicado también libros que se pueden conseguir en cualquier librería. A mí ha conseguido conquistarme, ha despertado mi curiosidad  por la cocina y me ha ayudado mucho en esto de vencer mi miedo a este arte  milenario y esencial: el de la buena cocina y la sana alimentación.

Anoche Ana me ha definido a Jamie con estas palabras: “ Yo me casaría con un hombre como él, simplemente porque me hace reír” ( yo le agregaría que además porque cocina muy bien,ja,ja,ja)



Fuentes:http://www.canalcocina.es/microsites/jamie-oliver
http://www.jamieoliver.com

domingo, 11 de diciembre de 2011

¡Al Mercado!

Queridos amigos y seguidores:
Créase o no hoy ha tenido lugar nuestra tercera lección de cocina. Hemos cambiado el día porque Susana quería que la acompañásemos a hacer la compra y la idea nos pareció genial. Así que como ya es costumbre me encamine al metro sobre las 10 de la mañana. Día gris y frío en la capital española, pero para mí magnífico porque iba a encontrarme con mis dos amigas (además Sandri recién llegadita de Holanda) y a vivir otra aventura inolvidable.

Llegué a lo de Su (la pobre un poco malita, pero dispuesta a darlo todo en la cocina) y mientras charlábamos y nos poníamos al día (imagínense que hacía más de una semana que no nos veíamos, ja,ja,ja) llegó Sandra con regalitos muy dulces para todas ( la inicial de nuestro nombre en delicioso chocolate holandés) y tocó momento de abrazo grupal que siempre viene bien para darle calorcito al alma. Estas amigas son un regalo hermoso que me ha dado la vida y unas verdaderas maestras.

Se nos hacía tarde y había que ir al mercado, así que cogimos nuestras bolsas (esencial llevarlas cada vez que vamos de compra y cuidar así a nuestro planeta), nos abrigamos bien y llenas de ganas salimos a caminar las callecitas del hermoso Barrio de las Letras. Nos dirigimos al mercado de Antón Martín, que es muy grande y nos ofrece gran variedad de productos y a precios muy asequibles. 

Me encantan los mercados, sus colores, olores, su gente, sus ruidos y ese ambiente que logran crear, una mezcla de gran ciudad y pueblo, pasado y presente, lo natural y lo manufacturado. Todo se une en perfecta armonía y la verdad que es muy divertido ir de compras por ellos.

 Así que fuimos recorriendo distintos puestos y comprando los ingredientes necesarios para las tres recetas estrellas del día de hoy. Sandra con su cámara a cuestas fue captando cada momento mientras Susana (sin lista y confiando en su memoria de chef experimentada) iba seleccionando concienzudamente los mejores productos para nuestros platos. Yo colaboré cargando bolsas y haciendo algún que otro comentario que provocó las risas de mis acompañantes.

En la pollería nos demoramos bastante (había mucha gente por lo cual podemos decir que sus productos son de buena calidad), pero valió la pena porque la pechuga que compramos tenía un sabor excepcional. De regreso hicimos una parada estratégica en la tienda china amiga para comprar unas lechugas de un precioso verde, nueces para el postre, fritos para la ensalada y patatas fritas para el partido (creo que se las comerá Susana solita ja,ja,ja).


Ya en nuestro hábitat natural (la cocina ja,ja,ja,ja) y con nuestros uniformes en su lugar nos pusimos manos a la “masa”. Hoy podemos decir que las tres nos dedicamos a cocinar. Carla (la paciente, guapa y sonriente hermana de Su ) se encargó de las fotos y de darnos una mano cuando las seis nuestras estaban que no daban a basto. Susana  se dedicó a la preparación de las Berenjenas de Ogui (nuestro segundo plato), yo empanando y fritando las berenjenas y la pechuga del pollo para la Ensalada estilo Shamrock  ( primer plato), y Sandri preparando  la deliciosa Tarta Isabol ( bautizada así por nosotras) y que fue el postre broche de oro de otra comida memorable.

Esta vez no hubo tiempo para apuntes, estábamos todas disfrutando demasiado de la preparación de los platos, oliendo divinamente a frito y con los uniformes algo blancos de harina y demás. Para tristeza de Sandra no hubo cava esta vez, sólo un poco de brandy para el postre (aunque  ahora que lo pienso fríamente no puedo decir con seguridad que no haya bebido del mismo, ja,ja,ja).

Durante esta clase he notado que vamos mejorando y que si bien, los platos de hoy fueron sencillos, los preparamos en poco más de una hora y nos quedaron muy sabrosos. Yo me sentí muy cómoda y segura, ya he dejado de pensar que el señor aceite desea apuñalarme y la señora sartén está buscando la forma de borrarme del mapa,ja,ja,ja. Sandra se ha animado a prepararnos un postre (el bizcocho lo hizo ella en su casa el día antes y estaba fenomenal) y Susana nos ha supervisado, pero ya ha delegado en nosotras más responsabilidades.

Una vez terminados los platos, no faltaron las fotos de rigor mientras nuestros estómagos ya rugían por probar esas delicias. La comida transcurrió entre charlas, risas y consejos de amigas. Solo se bebió agua y limonada (excepto Sandra que no se privó de su cervecita, merecidísima por cierto), y las críticas recibidas (las nuestras,ja,ja,ja) fueron muy positivas.

 Y tras una larga sobremesa toco cine. Miramos una peli que a mí me encanta y que quise compartir con las chicas: Cinema Paradiso. Así que muy cómodamente instaladas en el gran sofá disfrutamos de este clásico del cine. Yo no pude evitar las lágrimas y mis niñas hicieron un esfuerzo estoico por evitar que sus párpados cayeran pesadamente y Morfeo se apoderará de ellas.

Atardece en Madrid, y aunque llovizna intensamente, el ir y venir de gente es impresionante. Luces, adornos y un ambiente navideño que ya se respira en las calle.

Es hora de despedirnos y decirnos, y decirles: “Hasta la próxima clase, ha sido un placer volver a compartir otro tramo del camino con ustedes”

Tarta Helada Isabol

Ingredientes:



  • Un bizcocho (ver la receta Bizcocho de Limón)
  • 300 ml de nata para montar
  • 200 gr de chocolate puro para postres
  • 100 gr de nueces peladas
  • Brandy o coñac (cualquier otro licor que nos guste para emborrachar el bizcocho)
  • Una fuente o ensaladera esférica
  • Film transparente
Preparación:

Picamos el chocolate  y las nueces. No triturarlo demasiado para que al comerlo se encuentren los trozos entre la nata.
Montamos la nata y la mezclamos con el chocolate y las nueces. Lo dejamos reposar en el frigorífico por lo menos una hora.

Cogemos la ensaladera y la cubrimos con el film transparente. Vamos cortando el bizcocho en laminas de un centímetro mas o menos de espesor y vamos recubriendo toda la ensaladera con una capa de bizcocho. Desde el centro hacia los bordes. Una vez recubierta la ensaladera, emborrachamos el bizcocho con el Brandy o el coñac ayudandonos de una brocha o cucharilla.

Volcamos toda la nata en el interior del bizcocho y ponemos a modo de base otra capa por encima de la nata. Cubrimos con film transparente y lo metemos en el congelador. Lo ideal es que este en el congelador por lo menos durante cinco horas. Así que o bien lo preparamos de buena mañana para servirlo al mediodía o bien lo dejamos preparado la noche anterior.

Para servirlo simplemente quitamos la capa de film tranparente, ponemos un plato o bandeja circular, damos la vuelta a la ensaladera y retiramos el otro film que habíamos puesto al principio.

Para darle un toque, y que quede mejor presentado, se puede cubrir con nata, cacao, azúcar glas, o virutas de chocolate. La decoración ya corre a cargo de vuestra imaginación. Nosotras lo presentamos con un poco de cacao por encima. Cubre las imperfecciones del bizcocho y quede mejor.


Bizcocho de limón

Ingredientes:



  • Un yogurt natural
  • Un limón
  • Aceite de girasol
  • Azúcar
  • Harina
  • 3 huevos
  • Un sobre de levadura
Preparación:

Vaciar el yogurt en un vaso y reservarlo. Utilizaremos la medida del yogurt para hacer la receta.

Ponemos 2 medidas de yogurt de azúcar y los tres huevos en el vaso de la batidora. Lo batimos todo bien.

Añadimos una medida de yogurt de aceite y el yogurt que habíamos reservado a la mezcla anterior y volvemos a batir bien hasta que estén todos los ingredientes bien mezclados.

Añadimos tres medidas de harina a la mezcla, el sobre de levadura y la cascara del limón bien rallada (no dejar trozos grandes de la cascara)

Batimos todo bien.

Precalentamos el horno a 180ºC. Mientras se calienta vamos untando un molde de bizcocho con mantequilla para evitar que se nos peque el bollo y luego no podamos desmoldarlo. Recomendamos utilizar los moldes de silicona. También hay que untarlos con mantequilla, pero nunca, nunca se pegan los bizcochos. Eso si, hay que tener cuidado porque son demasiado flexibles y se nos puede caer la mezcla al intentar meter el molde en el horno. Por eso recomendamos sacar la bandeja o rejilla del horno, poner el molde encima, rellenar y luego trasladarlo hasta el horno llevándolo en la bandeja o rejilla.

El tiempo de cocción es de aproximadamente unos 25-30 minutos. Esto va a depender del molde. Por ejemplo para un molde de unos 26 cm de diámetro el tiempo ha sido de 25 minutos. Si utilizamos por ejemplo el típico molde con un agujero en el centro, el tiempo se eleva hasta los 45 minutos.

Para saber cuando esta el bizcocho lo mejor es pincharlo con una aguja de hacer punto y cuando esta salga limpia es que el bizcocho esta hecho. No hace falta estar abriendo el horno cada cinco minutos. Antes de 25 minutos no va a esta hecho.

Cuando este cocido, sacarlo del horno a un plato y dejarlo enfiar. Nunca se debe de abrir el bizcocho para rellenar cuando aun este caliente. Se nos desmigajara bastante. Hay que dejar que la capa exterior se enfríe bien. Rellenar o decorar al gusto.

Berenjenas de Ogui

Ingredientes para cuatro personas:


  • 2 berenjenas medianas
  • 4 lonchas de jamon de York (si son pequeñas, 8)
  • Queso Gouda
  • Salsa de tomate casero
  • ¼ l. de leche
  • Queso Emmental rallado
  • Harina
  • Huevo
  • Orégano
  • Sal
  • Aceite de oliva

Preparación:

Lo primero de todo es preparar las berenjenas. Se han de cortar con un grueso de medio centímetro más o menos. Se le añade la sal y se deja durante aproximadamente durante una hora en un escurre-verduras con un plato debajo para recoger el liquido que va a soltar. De esta manera, lo que conseguimos es eliminar la acidez a la berenjena. Si por falta de tiempo, no pudiéramos hacerlo, la verdad es que no se nota demasiado, aunque siempre lo recomendable es hacerlo.

Una vez haya pasado este tiempo, se pasan por papel absorbente, ya que las berenjenas ahora estarán mojadas. Una vez hecho esto, se pasa por harina, huevo batido y se fríen, hay que asegurarse de que las berenjenas esté hechas por dentro. Esto lo podemos saber si la pinchar estén blanditas. Una vez fritas, se pasan una vez más por papel absorbente para quitar el exceso de aceite y se van disponiendo en la fuente en la que vamos a montar el plato. La fuente debe ser suficientemente profunda.

Una vez hayamos cubierto la fuente entera con una capa de berenjenas, se pone una capa de jamón de York, otra de queso, y finalmente otra de jamón de York. Esto se cubre con una fina capa de salsa de tomate. Y para terminar otra capa de berenjenas.

Para hacer la bechamel cubrimos el fondo de una cazuela mediana con una fina capa de aceite de oliva. Cuando esté caliente, se añade dos cucharadas soperas de harina. Se revuelve con unas varillas hasta que el aceite absorba la harina sin que haya grumos. Entonces se añade la leche poco a poco. Conforme vaya espesando la mezcla, se añade mas leche. Así hasta que hayamos echado toda la leche. Debe quedar una bechamel ligera, no demasiado espesa. Hay que cocer durante unos 10 minutos sin dejar de remover.
Cuando tengamos la bechamel hecha, se cubre el preparado de la fuente. Por ultima, se añade el queso rayado y se gratina en el horno.



Ensalada estilo Shamrock

Ingredientes para cuatro personas:


  • Lechuga
  • Tomates cherry
  • ½ Pechuga de pollo
  • 1 bolsa de fritos (snack de tiras de maiz fritas)
  • Harina, huevo y Pan rallado para empanar
  • Aceite para freír
Se le puede añadir: bacon frito, queso en trocitos y maíz.

    Ingredientes para el aliño:
    • 1 huevo
    • Aceite
    • Vinagre
    • Sal
    • Queso parmesano
    Preparación:

    Se lava bien la lechuga, se parte en trozos más pequeños y se dispone en la ensaladera.

    La pechuga de pollo, se debe cortar en tiras, como para hacer fingers de pollo. Esto lo podemos hacer en casa o decirle al pollero que nos la corte así. Lo primero de todo se le añade la sal, para posteriormente empanar. 

    Se empana pasando las tiras, una a una por harina, huevo batido y pan rallado por este orden. Después se fríen en abundante aceite. Una vez estén fritas, se dejan templar en papel absorbente, para quitar el exceso de aceite.

    Mientras tanto, se limpian los tomates y se parten por la mitad. Se añaden a la lechuga junto con los fritos.

    Para el aliño, ponemos en el vaso de la batidora un huevo y se le añade el aceite. 
    Batimos con la batidora hasta obtener una mayonesa. 
    A esta mayonesa, le añadimos vinagre y sal al gusto.
    Cuando esté en el punto que nos gusta, le añadimos queso parmesano rayado, también al gusto de cada uno. Debe quedar una textura como de mayonesa ligera.

    Para terminar, agregamos las tiras de pollo fritas, cortadas en trocitos un poco más pequeños a la ensalada. Servimos ligeramente aliñada. El resto del aliño, lo sacamos en una salsera aparte, para que cada comensal añada lo que desee.


    lunes, 5 de diciembre de 2011

    Curso de Decoración de Tartas

    El viernes y el sábado he asistido junto con mi hermana Carla a un curso de decoración de mini tartas. ¡Un curso súper entretenido y divertido!

    Elegí este curso porque siempre me han llamado la atención las tartas decoradas, que me parece que pueden llegar a ser obras de arte efímeras. Hay verdaderos artistas en la materia. Creadores de tartas que te da hasta pena comértelas. Pero oye, ¡para eso están! Supuse que si aprendes hacerlo a pequeña escala, cuando te pones con una grande, pues igual hasta resulta más fácil. Todavía no he probado con las grandes…pero todo me hace pensar, después de la experiencia, que así será.

    Pues eso, que me llamaban tanto la atención, que sentía gran curiosidad por saber cómo se hacen. Creo que el truco para hacer estas tartas es mucha maña, mucha imaginación y mucha paciencia. ¡Ah! Y práctica. Mucha práctica. Ensayo y error.

    Todos hemos jugado con plastilina cuando éramos pequeños. Pues bien, esto es lo mismo, ¡pero con “happy end”! por que encima de bonitas, si se hacen bien, están buenísimas.

    El curso lo hice en el Taller de Tartas. Una tienda taller al lado de la plaza Olavide de Madrid, en el que a parte de vender todo lo necesario para la elaboración de estas tartas, tienen cursos de todo lo referente a este arte.

    El viernes, cuando llegamos, tenían ya preparados unos bizcochos de gran tamaño (un bizcocho normal) que con un aro, le extraían trozos más pequeños, que serían nuestras mini tartas.

    Lo primero: preparar ese bizcocho, para después decorarlo. Y la preparación es sencilla. Se abre por la mitad y se rellena. El relleno, puede ser de nocilla, de crema de mantequilla, de mermelada, de dulce de leche… ¡al gusto de cada uno! Después de rellenarlo, hay que cubrirlo por todos lados, incluida la base, para que quede fijada al soporte, con cualquiera de los rellenos que he mencionado, (excepto por mermelada que como suele tener pepitas no quedará uniforme). Yo, personalmente, combiné un relleno de crema de mantequilla, con un recubrimiento de dulce de leche.

    El segundo paso es preparar la pasta de azúcar y cubrir la tarta. La pasta de azúcar te la venden preparada. Las hay de todos lo colores que te puedas imaginar. Hay que amasarla como se amasa el pan, para que el resultado sea una bola homogénea. Luego se estira hasta que te queda con una superficie suficiente para cubrir la tarta por todos lados, y que te sobre algo. El grosor debe de ser suficiente grueso para que oculte todos los defectos del bizcocho, que creedme, ¡son bastantes si te toca un bizcocho que se desmiga!

    La pasta de azúcar se pega al bizcocho gracias al recubrimiento que le hemos puesto al bizcocho (que actúa de pegamento). Hay que tener mucha maña para que no te salgan arrugas en los laterales…esta es la parte mas complicada…¡pero se consigue!



    Y el último paso es preparar el decorado de la tarta. Las figuritas, los lazos, el glacé…

    Para las figuritas, se utiliza la misma pasta de azúcar que hemos utilizado para recubrir la tarta, pero se añaden unos polvitos, que se llaman CMC. Se añade como si fuera sal. Esto hace que la pasta, pasado un tiempo, endurezca. Y en este paso es donde se demuestra la imaginación de cada uno.

    Existen un montón de ejemplos de tartas, que se pueden intentar copiar si no tienes demasiada creatividad. Con el glacé se hacen puntitos, rayitas…dibujos. Lo que queramos. También con el glacé pegamos las figuras a la tarta.

    El resultado, puede ser parecido a este.