lunes, 5 de diciembre de 2011

Curso de Decoración de Tartas

El viernes y el sábado he asistido junto con mi hermana Carla a un curso de decoración de mini tartas. ¡Un curso súper entretenido y divertido!

Elegí este curso porque siempre me han llamado la atención las tartas decoradas, que me parece que pueden llegar a ser obras de arte efímeras. Hay verdaderos artistas en la materia. Creadores de tartas que te da hasta pena comértelas. Pero oye, ¡para eso están! Supuse que si aprendes hacerlo a pequeña escala, cuando te pones con una grande, pues igual hasta resulta más fácil. Todavía no he probado con las grandes…pero todo me hace pensar, después de la experiencia, que así será.

Pues eso, que me llamaban tanto la atención, que sentía gran curiosidad por saber cómo se hacen. Creo que el truco para hacer estas tartas es mucha maña, mucha imaginación y mucha paciencia. ¡Ah! Y práctica. Mucha práctica. Ensayo y error.

Todos hemos jugado con plastilina cuando éramos pequeños. Pues bien, esto es lo mismo, ¡pero con “happy end”! por que encima de bonitas, si se hacen bien, están buenísimas.

El curso lo hice en el Taller de Tartas. Una tienda taller al lado de la plaza Olavide de Madrid, en el que a parte de vender todo lo necesario para la elaboración de estas tartas, tienen cursos de todo lo referente a este arte.

El viernes, cuando llegamos, tenían ya preparados unos bizcochos de gran tamaño (un bizcocho normal) que con un aro, le extraían trozos más pequeños, que serían nuestras mini tartas.

Lo primero: preparar ese bizcocho, para después decorarlo. Y la preparación es sencilla. Se abre por la mitad y se rellena. El relleno, puede ser de nocilla, de crema de mantequilla, de mermelada, de dulce de leche… ¡al gusto de cada uno! Después de rellenarlo, hay que cubrirlo por todos lados, incluida la base, para que quede fijada al soporte, con cualquiera de los rellenos que he mencionado, (excepto por mermelada que como suele tener pepitas no quedará uniforme). Yo, personalmente, combiné un relleno de crema de mantequilla, con un recubrimiento de dulce de leche.

El segundo paso es preparar la pasta de azúcar y cubrir la tarta. La pasta de azúcar te la venden preparada. Las hay de todos lo colores que te puedas imaginar. Hay que amasarla como se amasa el pan, para que el resultado sea una bola homogénea. Luego se estira hasta que te queda con una superficie suficiente para cubrir la tarta por todos lados, y que te sobre algo. El grosor debe de ser suficiente grueso para que oculte todos los defectos del bizcocho, que creedme, ¡son bastantes si te toca un bizcocho que se desmiga!

La pasta de azúcar se pega al bizcocho gracias al recubrimiento que le hemos puesto al bizcocho (que actúa de pegamento). Hay que tener mucha maña para que no te salgan arrugas en los laterales…esta es la parte mas complicada…¡pero se consigue!



Y el último paso es preparar el decorado de la tarta. Las figuritas, los lazos, el glacé…

Para las figuritas, se utiliza la misma pasta de azúcar que hemos utilizado para recubrir la tarta, pero se añaden unos polvitos, que se llaman CMC. Se añade como si fuera sal. Esto hace que la pasta, pasado un tiempo, endurezca. Y en este paso es donde se demuestra la imaginación de cada uno.

Existen un montón de ejemplos de tartas, que se pueden intentar copiar si no tienes demasiada creatividad. Con el glacé se hacen puntitos, rayitas…dibujos. Lo que queramos. También con el glacé pegamos las figuras a la tarta.

El resultado, puede ser parecido a este.




1 comentario:

  1. Claaaaaaaro!! Esto no me lo habías contado!! Qué artistassssssss!!! Un besito. Mimi

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