sábado, 28 de enero de 2012

Fabada Asturiana


Las fabes han de ser de buena calidad. Las de "La Granja" suelen servir, pero si conseguís que un asturiano os traiga la materia prima mucho mejor.


Ingredientes (para cuatro personas):

  • 500 gr de Fabes
  • 250 gr de panceta curada
  • 2 chorizos asturianos
  • 2 morcillas asturianas
  • Un hueso de jamón
  • Agua, sal y tres hebras de azafrán

Preparación:
La noche anterior hay que limpiar bien las fabes con agua fresca y dejarlas en remojo. Es necesario cubrirlas bien de agua porque la absorberán toda. También hay que poner en agua templada el hueso de jamón  y la panceta.

Al día siguiente comenzaremos a cocinar unas cuatro horas antes de la hora a la que queramos comer.

Las fabes se hacen en tres pasos fundamentales:
  1. Fase de hervor: Ponemos en el fuego la cazuela, echamos las fabes junto con el agua en la que han estado reposando toda la noche. El agua tiene que cubrir las fabes un par de dedos por encima de estas. Así que si no nos llega con el agua del reposo hay que añadir más. Subimos el fuego al máximo y esperamos a que rompan a hervir. Cuando eso suceda añadimos el hueso de jamón, la panceta, los chorizos y la morcilla. Y dejamos que todo cueza a fuego alto durante media hora. Vamos retirando con una espumadera la espuma blanca que se va generando durante la cocción. Al final de esa media hora echamos las tres hebras de azafrán y echamos sal, probando previamente el caldo, porque como hemos puesto jamón, lo mismo no hace falta añadir mucha sal.
  2. Fase de cocción lenta: Una vez pasada la media hora de fuego fuerte, bajamos el fuego al mínimo y dejamos cocer las fabes durante dos horas. Esta fase solo tiene el peligro de que las fabes se peguen, así que hay que estar pendientes y moverlas de vez en cuando. Durante estas dos horas añadiremos en dos ocasiones un vaso de agua bien fria, para romper la cocción o "asustar" a las fabes. Esto consigue que las fabes se cuezan correctamente y que no se separe la piel de la fabe.
  3. Fase de reposo: Pasadas las dos horas comprobaremos que las fabes están tiernas probándolas. Si no fuera así, se pueden dejar un poco más de rato pero siempre estando pendientes de que no queden demasiado blandas. Las retiramos del fuego, sacamos la carne, los chorizos y las morcillas y las cortamos en tajadas generosas. Dejamos reposar las fabes junto con la carne cortada durante una hora. Pasada esa hora solo hará falta calentarlas y listas para servir. 
Hay una fase más, aunque esta es opcional. Dejar reposar las fabes en el estomago con una buena siesta... jajajaja

¡A disfrutar!


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